lunes, 25 de julio de 2011

Poemas de Inglaterra


A usted Antonio Manchado

Estos días azules y este sol de la infancia
que dormidos en un rayo de luz que el cielo ha conquistado,
con un último suspiro de vida y la sangre ya fría,
escribieron con llanto un recuerdo de encanto.
A usted…
que nació cuando un rayo de sol se transformó en letra
y los reyes del Palacio de las Dueñas bautizaron con lírica.
Sevilla fue testigo silencioso del nacimiento de la palabra
que con los años seria prosa, verso, convicción y entrega.
A usted…
que lleva un sombrero escondido que desafía al tiempo
y la ilusión detrás de una mirada triste y melancólica.
Que un olmo seco a una desierta plaza lleva,
Haciendo que el universo se abra y se muestre con miedo.
A usted…
que se resignó cuando su musa se convirtió en arcoiris
dejándolo solitario de amor en el desierto triste,
cuando una dama ajena que se mostró como oasis
donde podía beber algo de agua pero no saciarse.
A usted…
que alzando una voz que no se pudo mantener indiferente,
sus inquietudes patrióticas legó y traspasando el olvido

a generaciones a la que ya el 98 no es un número distante
que en arenas donde las olas del mar no llegan fue escrito.
A usted…
que vio el camino que no había, soñando alcanzar la juventud un día,
que se escondía en un pasado efímero, mientras abril florecía.
Viajando en el tren donde fue el viajero con hastío,
esperando el momento para aconsejar al españolito que viene al mundo.
A usted…
que el un unicornio cabalgó con prisa, entre nubes danzaba,
para poder despedirse de su tierra al marchar a donde no hay rumbo.
Sin saber a donde irías un adiós a España para siempre dio

cuando las horas iban de revés y el mundo se cegaba.
A usted

Azul y sol fue la contraseña cuando el día último llegó,
para subir a bordo de la nave que nunca retorno.
Pero como prometiste ir ligero de equipaje
en un bolsillo guardado tu sagrado recuerdo olvidaste.
A usted Antonio Manchado…
luego que sus versos a muchos nombres ha dedicado.
Hoy recorriendo sus huellas de un solo paso,
bajo la luz y el color de su último recuerdo,
le regalo un canto con que terminar su ultimo verso.


Yolaine Romero Navarro (Manchester)



AHORA QUE QUIZA MORÍ (Premiado como Poema más Original del Concurso)

Recordando a Antonio Machado Pensando en Luis Orea,

Por Fernanda Orea

Estos días azules y este sol de la infancia, ¿Es el fin de mi vida o el principio?
Derrière moi les heureux jours de mon existence, en face de moi, toi, sans expression.
Morirse es tan complejo, tan incomunicable, morirse es saber y no saberse.
Je ne peux pas m´excuser, mais il faut le dire, ce n’était pas prévu.
Recojo tus lágrimas hoy en mi memoria, mañana serán cenizas.
Il faut, peut être, ouvrir les ailes, pense à moi finalement libre.

Estos días azules que quisiera guardar en el bolsillo de la eternidad,
La sensación de mis pies andando el campo,
Mis manos en la hierba,
Estos últimos días, estas primeras horas de la eternidad,

Le soleil de mon enfance, ma mère qui crie encore pour moi,
J’étais déjà vie, mas je pense à mes quatre ans,
Si je pourrais parler, je le dirais, donne moi tes mains,
Laisse-moi appuyer ma tête.
Mourir c’est, à la fin, pas très grave.

Terminar aquí,
Recommencer là- bas,
Descansa el corazón,
Il y a des amours qui ne meurent jamais,

Es este dolor de saber que me voy,
Ce s
ont les souvenirs de mon passé,
Me gusta esta vida,
Je la commencerais et finirais encore,
Con estos días azules y este sol de la infancia.


Fernanda Orea Aranda (Londres)


1 comentario:

  1. Me encanta este poema en dos idiomas para los que los hablamos se me hace maravilloso la manera en la que los unifica. En hora buena!

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