lunes, 25 de julio de 2011

Poemas de Colombia


MEMORIA

Estos días azules

y este sol de la infancia

en el pétalo pequeño de mi día;

recogen su inalcanzable huella

en un latido de promesas

que hoy caben en mi mano.

Paisaje que vuela de la ausencia

donde olvide los nombres…

de labios y de rosas;

agota de caricias las mañanas

y en la última hoja del espejo

me abandona en el silencio.

Evoco el atardecer:

la sombra destinada al amor

la transeúnte piel de la distancia

que mira sus parpados

y mueren en el viaje

como yo lo hago… poco a poco.

Carlos Camilo Torres García (Bogotá)


PLAZA DE MI PUEBLO

Estos días azules y este sol de la infancia
me viene a la memoria
la casa del abuelo
con sus secretos.
La plaza de mi pueblo
adoquinada color marrón.
Se mece el voluminoso árbol
sombra a la pareja enamorada.
Palomas se miran en la fuente
pétalos de flores flotantes.
Niños de manos dulces
plegando hojas de periódico
armando sus barcos
mojando las malas noticias.
Humo de la pipa del anciano
se eleva bordeando
la boina negra
disimulando su calvicie.
En la banca una mujer
teje a su coqueta amiga
largas trenzas
al guiño de ojo del soldado.
Plaza de mi pueblo
de sus esquinas
se descuelgan
calles largas y bulliciosas.
Con sus balcones de mecedora
y materas de geranios
enredaderas trepando
las grandes ventanas.
Perdiéndose en las canales
metálicas que brillan
en el crepúsculo de la tarde.
Escondido el nido
de la golondrina de mayo.
Llega a mi oído
el tañido de campanas
a la misa de seis.
Con su mejor vestido
la familia va presurosa.
La niña luciendo
sus zapatos nuevos
de charol negro.
Juegan con la mantilla
de la madre fervorosa.
El sonido de un tren
en marcha
y una lluvia silenciosa
me tornan
a mis sesenta y cuatro años.
En esta hoja y con mi pluma escribo:
“ Estos días azules y este sol de la infancia…..”

Cecilia Ávila Vásquez (Bogotá)




AYER NO ES HOY … HOY NO ES AYER

Estos días azules y este sol de la infancia

Sólo fueron entonces y ya nunca serán …

Se perdieron sin rumbo, olvidaron su gracia

y sus múltiples dichas nunca más volverán

Sólo quedan recuerdos y nostalgias sin fin

de momentos felices que nos vieron vivir

y que hoy ya en el letargo de una tarde muy gris

nos mantienen viviendo y muriendo a la vez,

en un mundo sombrío donde cuesta existir

porque todo se cubre bajo un mismo tapiz …

Se nos fue la esperanza y nos falta conciencia

Somos aves de paso que ya no volarán,

nuestras almas se apegan a una eterna falacia

donde el viento nos tira a una tierra que actúa de imán.


Ena del Pilar Quevedo Tobón (Medellín)


CLARIDAD TARDÍA

“Estos días azules,

y este sol de la infancia”,

estos arroyos fulgurantes,

este mar resplandeciente.

En pasadas ocasiones,

habéis detenido el viaje,

habéis cambiado la hora,

encandilado al piloto.

Habéis regresado tarde,

el cinturón está amarrado,

la maleta en sala de equipaje.

Llegó la hora de la partida,

nada regresa los impulsos,

adentro las luces apagadas.


Pedro Nel Niño Mogollón (Bucaramanga, Santander)







El viento de tus suspiros sobre la luna

Estos días azules y este sol de la infancia…
traen a mí un rumor de secretos inconfesables,
de amores que nunca nacieron,
de rocíos de primavera que nunca acariciaron mi piel
y de hojas que nunca soñaron con un río.

Estos días azules y este sol de la infancia
me recuerdan el afecto de tus ojos,
el camino turbulento hacia tus besos,
la lascivia colateral de tus labios entreabiertos,
la sinergia infinita de tu ávida mirada
y las cortinas sedosas de tu alma seductora.

Estos días azules y este sol de la infancia
me hacen preguntarme si es posible, acaso,
bañar toda una vida con una porción ligera
del mar de las palabras,
o si aún es posible tener uno de los gajos
del fruto de tu vida,
o por lo menos una breve pizca
de uno de tus suspiros.

Pero no, yo sé que en estos días azules,
coloreados con la claridad
de este sol de la infancia,
tus suspiros deben de andar por la luna,
que la vida no eres tú, sino un nuevo sol,
que los rayos del sol sobre el mundo
no son sino la sonrisa más extensa del universo,
que la luz de mis sueños tratan de atravesar
a toda costa la oscuridad de mis párpados,
que las estrellas son hermosas
y llenan de suspiros el silencio del universo
y que tu recuerdo,
frío e ineludible,
llena de suspiros
el silencio de mi vida.



Miguel Ángel Guerrero Ramos (Bogotá)
Seudónimo: Enrik S




Los días que no son los suyos


Porque dijo así: “estos días azules y este sol de la infancia…”

Yo digo, con el corazón en la mano y avanzando deprisa,

que en estos días míos solo bullen francachelas y sonrisas,

nadando en aguas doradas y respirando tiernas fragancias.

Hay para mí un palacio de cristal en los llanos de Artemisa.

Sí la serenidad prodigiosa de un mar sereno con su abundancia,

con cada fresco amanecer: la luz en la ventana y las brisas

que anuncian como campanas las nuevas de tu estancia.

Son todos los días contigo días azules de vetusta nostalgia

en donde no hay sombra ni perla diáfana ni dorada corona

y puede la vida andar en piernas de luz con la invisible magia

que no es sino del mágico Universo apenas una sublime morona.

Porque dijo así: “estos días azules y este sol de la infancia…”

Soy niño dormido en tu regazo y hombre en tus colinas,

Soy quien afila la espada y rompe entre los dos las neblinas,

quien no necesita de un futuro trazado por ninguna profetisa,

pues siempre en tus ojos queda evidente la primera premisa

que a mi favor está este cercano Horizonte de circunstancias.

Mista Vilteka

Felipe Mejía Medina (Bogotá)




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